Quiero que sea la noche,
que griten los demonios
y que los tímpanos de los
dóciles estallen en miles
de rosas.
Quiero que odies. Quitarte la
pena a lametazos. Abre mi pecho
y lee con tus dedos. Todo es
verdad, la tierna caricia, tan
dentro...
Todo es verdad, pálida y fría verdad...
viernes, 17 de agosto de 2007
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